miércoles, 30 de mayo de 2012

La Teoría de CUERDAS “Simpáticas”

“Un hombre encuentra de noche a otro buscando algo en la oscuridad de las calles; una lámpara brilla en el alfeizar de una ventana como única luz en toda la calle. ¿Qué buscas? le pregunta. Ha perdido la llave de su casa le dice. El primero se presta a ayudarle en la busca y al cabo de un rato de infructuosa ocupación, le pregunta: ¿la has perdido aquí? ¿estás seguro? Oh no, le contesta el otro, la he perdido más allá, al principio de la calle. ¿Y qué hacemos buscándola aquí? Es que aquí es donde hay luz, allí hay oscuridad y no se distingue nada.” 
Cuento Sufí
La MÚSICA, una expresión, experiencia, emoción, técnica, sentimiento, sensación, acción, pensamiento, reflexión, proyección, lección, ejecución, interpretación, profesión, afición y un largo etcétera de cualidades, propiedades y atributos a esta MARAVILLA HUMANA, en mi opinión, que es la MÚSICA. Su percepción y lo que ello genera es posible gracias, entre otras cosas, a un fenómeno físico “sencillo”: un órgano  que recibe una VIBRACIÓN que proviene de un cuerpo sonoro (reduciendo y simplificando muchísimo el proceso). Una VIBRACIÓN, una perturbación física no visible, ondas sonoras que se miden por unidades de tiempo, física pura, que nos puede llevar a momentos indescriptibles. En los instrumentos de música existe un fenómeno llamado Armónicos. A mi modo de entenderlo y de explicarlo, consiste en que cuando se produce un sonido, una nota por ejemplo (una vibración a una longitud de onda determinada: La a 442Hz), no sólo suena ésta sino que en todo el cuerpo del instrumento resuenan sus armónicos, otros sonidos, otras notas, otras vibraciones relacionadas con ese sonido o nota ejecutada. De manera más clara esto lo veo en instrumentos que tienen cuerdas “Simpáticas”. Un ejemplo es el instrumento de la foto acompañante, una Nyckelharpa.



Tiene cuatro cuerdas afinadas en las notas DO; SOL; RE; LA, sobre las cuales se interviene directamente con el arco y con las teclas para hacer la melodía. Pero a su vez, este instrumento cuenta con dichas cuerdas Simpáticas. Son cuerdas aún más finas cada una afinada en una nota de la escala cromática. Sobre estas cuerdas simpáticas no se interviene directamente salvo para afinarlas, es decir, sobre ellas no se aplica ni el arco ni las teclas para producir sonidos sin embargo, estas cuerdas suenan continuamente aunque no las toquemos. La explicación está en la VIBRACIÓN. Cuando con el arco y las teclas ejecutamos una melodía y vamos tocando distintas notas musicales, cada una de ellas, con una longitud de onda determinada (esto hace que cada nota suene diferente) impactan en nuestro órgano receptor  (el oído) y escuchamos los sonidos. Esa misma nota antes de llegar a nuestro oído, ha resonado en todo el cuerpo del instrumento que la ha proyectado al aire. Pues bien, al resonar en el instrumento, la cuerda simpática que está afinada en la misma longitud de onda que la nota ejecutada directamente en la cuerda y la tecla, suena por “simpatía”, provocando un efecto de rever, o de eco o de armónico. Sé que es una manera muy simplista y quizá no del todo exacta del fenómeno físico y musical que se produce pero, básicamente se trata de que una cuerda suena sin ser tocada simplemente porque otra cuerda sobre la que sí actuamos estamos produciendo una vibración determinada, una nota musical, la misma en la que está afinada la cuerda simpática.

Pero ¿qué tiene que ver esto con un proceso de vida, con un proceso de coaching integral, educacional y familiar? En esta entrada no me voy a extender más, lo haré en la próxima que yo mismo publique,  pero dejaré unas pistas por si quisieran investigar y reflexionar por sí mismos, por aquello de “Me lo contaron y lo olvidé. Lo vi y lo entendí. Lo hice y lo aprendí.” (Confucio, 551-479 a. C.):

  • Masaru Emoto “mensajes del agua”
  • Louis Hay “Afirmaciones”, “Tú puedes sanar tu vida”
  • Dr. Lipton “Biología de la Creencia”

martes, 29 de mayo de 2012

Tu Transformación en el aula y tus sentimientos...

"Tenemos dos mentes, una que piensa y otra que siente"


Esto es una declaración de intenciones y una mezcla de recuerdos que abogan a ello. Soy maestra a secas, pues a veces lo adornamos con otros cargos u otro currículum anexo, como si fuese poco ser maestra. E incluso, cada vez más, me considero acompañante, que no maestra. Pues aunque siempre, siempre me encantó esta palabra, cada día la relaciono más con nuestro sistema educativo y la voy expulsando fuera de mí. Pero esta es otra cuestión que quizás en otro artículo me atreva a escribir.
Quiero hablar de sentimientos y de cómo cuando conocí los temas transversales intenté seguir las instrucciones de manual de usuario de la LOGSE y llevarlos transversalmente a mi aula, como pude, y a veces incluso con calzador, pues a veces no se sabe cómo tratar los sentimientos.
Llevé a cabo una unidad, o Proyecto (según se mire) que titulé “¿Yo me quiero, y tú?” y he de reconocer que no fue mal, que mi autoevaluación no obtuvo malos resultados o al menos no se alejó de lo esperado. Sin embargo, y aunque ahora contaré algunos detalles y ejemplos del mismo, creo que si los resultados fueron buenos fue por un cambio de actitud, más que por una buena programación de la unidad, ya que esto hoy en día para mí ya no tiene ningún sentido. Sólo cuando nos atrevemos a mirar es cuando vemos; y algo así me ha sucedido estos años.
Estamos en el tiempo correcto para abrir el debate que propicie la enseñanza emocional en las instituciones educativas, que agrupe y reúna los distintos conocimientos que hoy por hoy se encuentran dispersos y desorganizados entre sí, como el complemento ideal de toda sociedad, hacia la formación de seres además de racionales y creyentes, emocionalmente inteligentes.

EL ANTES
Cuando salimos de la carrera siempre creemos que las cosas son más ideales de lo que parecen, luego nos topamos con la realidad y dejamos que ésta nos envuelva. Un error, pues yo, al contrario de lo que piensa la gente, sí creo que nuestra idealización de la realidad es la que hace que mejoremos y avancemos. Cuando comenzamos a trabajar todo el mundo nos da consejos... Tienes que ser dura al principio,  tienes que ser más estricta, tienes que separarte más de las madres (hay que ponerles un límite), tienes que castigarles, no les dejes pasar ni una, tienes que enseñarles a sentarse... TIENES, TIENES, TIENES...
Durante los primeros años lo llevas a cabo, pues todo el mundo tiene más experiencia, más recorrido, más razón que tú. Pero, cuando te das cuenta, no estás haciendo nada de lo que tú sentías que era el camino. No encuentras relación entre lo que estás haciendo y lo que viejos sabios experimentados ya hace a veces incluso siglos habían estudiado y comprobado (Piaget, Montessori, Freinet...). Y que incluso fue tu punto de partida.
Lo que te obligan a estudiar en la carrera y en las oposiciones, nadie, absolutamente nadie lo lleva a cabo.
Es un desastre, así que buscas otro camino. Te intentas formar de otra manera. E intentas experimentar (quizás de una manera dolorosa, pero  no encuentras otra forma de hacerlo) algo que llevas dentro desde hace mucho tiempo pero que ya has olvidado... El sentido común.
Te das cuenta, cuando estás trabajando la unidad y los sentimientos, de que hasta ahora has hecho lo contrario. Cuando gritas (por impotencia), cuando castigas (porque no puedes más) no estás descargando la rabia con quien debes, sino con los niños y niñas que tienes a tu cargo. No es culpa suya que las aulas no tengan los metros suficientes para su necesidad indispensable de experimentación y juego (el movimiento y el espacio son fundamentales para un desarrollo íntegro de la persona) algo que hasta en nuestro corto decreto de Infantil y primaria viene reflejado. No es culpa suya que tú sola no puedas atender a  25 niños/as (a veces incluso más),  a todas las necesidades auténticas que se presentan en un entorno falto de recursos o de recursos inapropiados para satisfacerlas, un entorno NO RELAJADO,  no es culpa suya que los patios sean de cemento y no atiendan al respeto por el momento evolutivo de los/as niños/as (necesidad de naturaleza, de reptación, de escalada, de saltos, de sombra, de arenero...). NO ES CULPA SUYA, ni tampoco tuya. Lo que sí es mi responsabilidad es el cambio de actitud gradual en el día a día. Pues para mí el concepto de culpa hace tiempo que decidí cambiarlo por responsabilidad.



Escuché a Rebeca y Mauricio Wild ya hace algunos años por primera vez, y vi a dos personas mayores de las que me habían hablado, solemnes y sencillas a la vez, un tono de voz seguro y equilibrado, y lo mejor de todo, es que algo dentro de mí hizo un clic, y no pudo volver atrás. Me quedé maravillada y aterrorizada a la vez. Todo lo que decían  y cómo lo decían era lo que yo había estado buscando tantos años. Recuerdo que cada una de las personas que estuvimos en aquel encuentro nos sentimos enfermos al día siguiente y no fue por casualidad.
Yo, maestra y dentro de este sistema... Hasta las trancas... Vi claro, cómo no sólo hacía falta un cambio de actitud, sino un cambio de vida. De sistema educativo, económico, social, en valores, en alimentación... Algo que me desbordaba y aún hoy lo hace, pues aún  me siento en el camino. Hoy por hoy intento respetar mi proceso de vida, viendo todavía mis incongruencias, mis meteduras de pata y mis interiorizaciones y cambios como parte de mi evolución. Sólo así, podré respetar los ritmos y procesos de los/as niños/as, de mi familia, de mis relaciones...
Os recomiendo que leáis “Educar para Ser”, a mí me llegó, y mi perspectiva sobre la vida cambió. Yo creo que las cosas aparecen porque en el fondo llevas tiempo buscándolas, y porque es el momento en el que tú puedes comprender.
Ahí me di cuenta de cómo cambiando nuestra manera de mirar podemos transformar la realidad.

martes, 15 de mayo de 2012

Salman Khan y otra gente inspiradora


No hace mucho me preguntaron hasta donde quería llegar en lo profesional. No tuve que pensar demasiado para decidir que lo que realmente quería era poder influenciar en la gente que me rodea, poder inspirar a otros profesionales con mis ideas, ocurrencias u opiniones.

Yo tengo la suerte de estar rodeado de gente inspiradora. En serio.

A diario interactúo de una forma u otra con mucha gente que me inspira y me hace pensar las cosas o darles un enfoque diferente. Sin ir más lejos: mis compañeros de ICEP, que son todo un ejemplo de profesionalidad; mi amigo David Pino, que todo aquel que lo conozca sabrá que cada vez que abre la boca "sube el pan"; mi socio José, para el cual no tengo palabras; o mi Sensei José Cáceres y como hace con total honradez y entrega desinteresada todo lo que se propone.

Hace poco descubrí la historia de Salman Kahn (si, a través de otra persona que me inspira muy mucho) y me quedé completamente alucinado con lo que ha conseguido y cómo lo ha conseguido.

Éste hombre es realmente único, ya que aproximadamente unos cuatro millones de alumnos asisten con asiduidad a sus clases gratuitas a través de Internet.

Este muchacho es matemático, pero sus lecciones abarcan cerca de 40 áreas de conocimiento diferentes. Con 35 años dejó su puesto de analista de riesgos para crear la Academia Khan (www.khanacademy.org). A estas alturas ha colgado más de 3000 vídeos en la red. Como suele ocurrir, el primero fué, por una razón "fortuita", en Youtube para ayudar a una prima suya que tenía problemas con las matemáticas.

Hoy en día sus videolecciones acumulan 140 millones de visitas, lo cual ha llamado la atención de unos cuantos, con lo que ha conseguido un apoyo de 1,5 millones de dólares, con los que ha traducido sus lecciones a diez idiomas. Un crack.

"Sueño alto. Quiero hacer de la escuela un lugar divertido y eficaz". No sé vosotros, pero para mi merece todo el respeto y admiración. Que un profesional de la enseñanza tenga este objetivo debería ser asignatura obligatoria en cualquier carrera universitaria que acabe orientada a la enseñanza o formación.


¿Quien no ha sufrido a maestros y profesores durante sus años mozos, los cuales eran incapaces de hacerte sentir el más mínimo interés por su materia? Ojo, no digo que todo fueran así, ni mucho menos. Tengo gratos recuerdos de algunos de mis maestros y profesores, gente que confió en mí, que supo hacerme sentir interés por materias diversas o que transmitía su pasión por lo que hacía. Gente inspiradora.
Su último paso va un poco más allá. Quiere trasladar su tarea a las aulas. Algunas escuela de California llevan meses usando a Khan como parte del programa de estudios: los alumnos ven los vídeos en casa y aprovechan el horario escolar para resolver dudas, ampliar el tema o desarrollar proyectos que estimulen su capacidad creativa.

Yo soy un profesional de la formación a distancia que siempre está buscando nuevas formas de transmitir el conocimiento de forma divertida, amena o útil. Pero no me ciega la tecnología, pese a que viva de ella. Tengo muy claro que el contenido es lo importante, la tecnología es el medio. Me conformaría con poder ayudar a la gente a aprender, a aprehender y a emprender en su captación de conocimientos
Si el señor Khan ha conseguido captar la atención del alumnado es porque sus lecciones son buenas. Es porque es un gran comunicador, no es porque el medio usado sea espectacular, o súper interactivo de la muerte.



Me atrevo a afirmar, sin lugar a dudas que en muchísimas ocasiones he conocido a gente con mucho potencial que no ha sido capaz de desarrollar sus posibilidades porque la persona o personas encargadas de su educación y formación no han sido capaces de hacer aflorar lo mejor que había en ellos.

Por esto mi inspira tremendamente el proyecto de mis amigos que hacen Coaching Familiar-Educacional (más gente inspiradora, soy un tío afortunado). El objetivo de éste proyecto -del que pronto tendréis noticias- es facilitar las herramientas para mejorar: la auto-observación, las relaciones personales, la responsabilidad social, la flexibilidad, independencia, asertividad, tolerancia al estrés, actualización, la felicidad... en el ámbito del sistema educativo actual y, por supuesto, en las familias.

Estamos rodeados de gente inspiradora. Sólo tienes que parar de vez en cuando, levantar la cabezota y echar un vistazo a cómo hacen las cosas los demás. Puede que te sorprendan, o puede que tú los sorprendas a ellos, ¿quién sabe? En cualquier caso hasta que no pruebas a sumar uno y uno, no te das cuenta que (en realidad) son tres. ¿has visto ya los vídeos de Khan?, ¿conoces los trabajos de Juan Medina?, ¿sabes quien es Walter Lewin?, ¿has leído a Sir Ken Robinson?, ¿conoces la maravillosa historia de Randy Pausch...?

¿No? Pues entonces, a lo mejor, deberías ver menos la televisión.

domingo, 6 de mayo de 2012

Las auténticas necesidades


09/11/2011

"Abre en Sevilla el primer spa infantil de Europa"

Princelandia tiene previsto inaugurar seis nuevos centros hasta finales de año
Peluquería para niñas en Princelandia
Princelandia es la primera franquicia en Europa que ha desarrollado el concepto de ‘Spa Educacional’ para niñas de 2 a 14 años, con el objetivo de que las pequeñas se diviertan al tiempo que aprendan sobre el cuidado, la higiene y la alimentación saludable.
La compañía pretende que en la época de la tecnología, los videojuegos, los ordenadores y las consolas, las niñas encuentren un espacio de fantasía, real y llamativo que no sólo les evoque diversión si no una evasión diferente a lo que se encuentran en la vida cotidiana.
El servicio spa consta de un circuito de tratamientos naturales de una hora de duración, individual o en grupo. Los menús han sido cuidadosamente seleccionados para cumplir con los requisitos de una dieta saludable.
Todo el personal son educadores, por lo que en las actividades (manicura, masajes, peluquería y maquillaje de fantasía, entre otras) y en las fiestas se inculca una imagen positiva del bienestar y del cuidado personal.
Esta franquicia, con sede en Sevilla, tiene previsto abrir seis nuevos centros hasta finales de año, en Madrid, Valencia, Sevilla, Granada, Córdoba y Barcelona.
Durante el mes que lleva activo Princelandia ha recibido más de 90 solicitudes para nuevas aperturas por todo el país, por lo que la compañía espera que su expansión sea lo más eficiente posible."

Aunque parezca increíble para mucha gente, esta noticia es totalmente cierta. 
Hace no muchos días, una amiga me preguntó si me parecía bien que dejase ir a su hija de 11 años a un nuevo spa infantil que han abierto cerca. Al principio eso de "spa infantil" no lo entendía. ¿Qué es un spa infantil?, pregunté. Es un sitio acondicionado para las niñas, donde las maquillan, las peinan... y eso, me dice ella.
Cual no fue mi sorpresa al ver un video promocional del citado Spa. Efectivamente peinan, maquillan, dan masajes y proporcionan bebidas y comida a las niñas. Pero lejos de ser la típica diversión infantil de la piscina de bolas, es una copia aberrante de un salón de belleza para mujeres con un poder adquisitivo elevado (muy elevado).



Me pregunto qué tipo de educación es esa para una niña pequeña, ¿estas son necesidades auténticas?. Que si bien es cierto que los niños de hoy nos dan veinte vueltas en todo, realmente es eso bueno para el propio niño, o es lo que los padres y la sociedad les vende. Es curioso el concepto empleado de "Spa educacional", sí posiblemente sea educacional en el sentido de crear una generación de personas que sólo le dan importancia al aspecto físico. Da un poco de grima pensar qué tipo de personas estamos "fabricando". Como también resulta inquietante ver como hace ya 80 años Aldous Huxley en su más famosa novela Un Mundo Feliz, hace referencia a la manipulación que puede llegar a sufrir la sociedad por medio de la educación, si nos repiten lo mismo una y otra vez, a través del sueño como en el caso de la novela, o por otros medios, como un bonito Spa infantil.
 "Cien repeticiones tres noches por semana, durante cuatro años. Sesenta y dos mil cuatrocientas repeticiones crean una verdad. ¡Idiotas!" (Aldous Huxley, Un Mundo Feliz)
Seguramente con el tiempo al altius, fortuis, celeris (más alto, más fuerte, más rápido) lema de las olimpiadas, habrá que añadirle también pulcrius (más hermoso), pero como lema del día a día

Como bien dijo mi compañero Filiberto la semana pasada, citando a Ortega y Gasset: "Sólo si los niños pueden vivir hoy plenamente como tales, mañana serán personas adultas en la plenitud de su potencial".

Miedo me da pensar la televisión que nos espera dentro de unos años, plagado de programas del tipo Gran Hermano, Jersey Shore y demás lindezas.