viernes, 26 de julio de 2013

SOBRE TÍTULOS, FORMACIÓN, APRENDIZAJE.......Y LAS IDEAS QUE CAMBIAN EL MUNDO.



Definición de "encorsetado/da": poco espontáneo/a, demasiado comedido/a, y rígido/a en su manera de comportarse...


Como dice Paul Montjoy en su blog.... Errantes caminantes del mundo, moldes que fabrican cosas iguales sin emoción, destrucción de lo real y aparición de lo imaginario con líneas perversas y emociones encontradas....

¿Cómo se encorseta la vida?

¿Cómo?

Cuando leo artículos como este (enlace bajo el texto), me paro a pensar en qué personas, ideas, acontecimientos.....cambian la dinámica del mundo para evolucionar.

Hace poco un amigo me comentó que la persona más culta que había conocido era analfabeta y su sabiduría iba más allá de un currículum, de un idioma, de su sexo o de su cultura. Su esencia y su propósito de vida ligado a ayudar a los demás, habiendo vivido en su aldea todo tipo de agresiones a las que un pueblo pueda estar sometido, y una persona pueda integrar y perdonar....Hacía de él un hombre sabio a los ojos de quién quisiera verlo.

Si cierro los ojos y pienso en las personas que admiro, no puedo decir de ellos/ellas si tienen más o menos títulos académicos, si conocen más o menos idiomas, si han ido o no a la universidad o la escuela.....Y aunque pueda decirlo o saberlo.....No es precisamente eso, lo que admiro de esas personas grandes a mis ojos.


Ya en el año 2001, el consultor David Maister, autor de la investigación y libro Practice what you preach demostraba que la formación favorecía el desempeñar un puesto de trabajo, pero no correlacionaba con el aumento de la satisfacción de los clientes, ni de los empleados, ni afectaba a la cifra de negocio, ni a la felicidad de un pueblo.


La investigación sobre los procesos de aprendizaje y memoria y sus mecanismos biológicos es una de las áreas más activas y apasionantes en el campo de las neurociencias. A raíz de un quiebre como pueda ser una desilusión social o una habituación innecesaria (primer proceso de aprendizaje estudiado en organismos) se comienza a investigar por fin en una dirección que no nos distraiga de nosotros mismos y nuestro elemento.

Un aprendizaje necesita de dos amores contrapuestos y que se unen como una pareja de enamorados que encaja a la perfección y fluyen en un baile de mareas. La habituación (actos, sensaciones, percepciones repetidas e integradas a través de la mielinización de las neuronas y necesaria para que permanezcan unidas) y la sensibilización (ante lo nuevo o lo amenazante aumentamos nuestra respuesta refleja).

Si la habituación surgió como mecanismo adaptativo a ambientes tóxicos, la sensibilización surgió para adaptarse a ambientes depravados o peligrosos manteniendo además una memoria de la citada adaptación. Y todo este vaivén intelectual conforma de manera muy resumida un aprendizaje que perdura y nos posibilita adaptarnos y evolucionar, pero,en muchas ocasiones codificamos lo irrelevante en la casilla equivocada, en la contraria. Nos hacemos sensibles a diversas fruslerías. En vez de habituar sensibilizamos o justo lo contrario.


Nuestra evolución cerebral, así como, nuestro modo de vida apartado de una ambiente relajado que permita el respeto natural a escuchar lo que necesitamos en cada momento, deriva en bloqueos físicos a la vista, hoy en día nombrados y etiquetados como enfermedades englobadas en el apartado emergente de los Síndromes de Sensibilización Central. En ellos se da una desproporción de la respuesta respecto al estímulo. El dolor y la fatiga expresan un procesamiento hipersensible, amplificado o imaginado de la realidad. Situación que impide vislumbrar ideas creativas en esos momentos donde la energía debe centrarse en la supervivencia.


A la par, una persona con un CV que ha ido ampliando a base de cientos de horas de formación titulada académica, puede no haber aprendido nada relevante en su vida por un exceso de habituación no emocional. Esta situación se da más frecuentemente de lo que podamos imaginar. Y a esto me remito al pensar en cuántos conceptos he olvidado tras largos años estudiándolos en repetidas ocasiones.


El aprendizaje entonces adquiere una dimensión personal e intransferible, por lo que ha de estar totalmente adaptado a cada individuo, con sus características personales y con su entorno concreto. De manera que si una formación y una titulación determinada con una programación fija y no flexible requiere que el alumnado reciba el mismo paquete de contenidos, no hay personalización y, por tanto, la experiencia de aprendizaje se diluye. Y aunque cada alumno/a elija qué aprende o qué se lleva de esa formación, después cuando sale del aula, se topa con su entorno y la fuerza del día a día desbanca lo aprendido. Por ello, una de las claves del éxito de los procesos de aprendizaje radica en que han de realizarse en el entorno habitual de la persona. De esta forma, nos aliamos con el día a día y este deja de ser una amenaza e integramos lo aprendido.


Según el biólogo Estanislao Bachrach, los estudios más importantes sobre los mayores creativos en la historia de la humanidad «muestran una sola cosa: esas personas pasaban mucho tiempo de su vida conociéndose a sí mismas».


"La escuela de los descalzos" es una prueba de ello. Aquí os lo dejo:






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